El presidente de Rusia, Vladimir Putin, sostuvo una conversación telefónica con el mandatario estadounidense, Donald Trump, en la que se abordó el conflicto en Ucrania y las condiciones para alcanzar una solución pacífica.
Durante el diálogo, Putin ordenó la suspensión de ataques a la infraestructura energética ucraniana por 30 días, tras valorar positivamente la propuesta de Washington para aliviar la crisis humanitaria y facilitar negociaciones de paz.
Putin condiciona la paz al cese de ayuda militar a Ucrania
El Kremlin emitió un comunicado en el que subrayó que una condición clave para evitar la escalada del conflicto es el fin del apoyo militar extranjero a Kiev, incluyendo el suministro de armas y datos de inteligencia.
A pesar de aceptar la tregua, Putin expresó dudas sobre la viabilidad del alto el fuego propuesto por Estados Unidos, citando problemas como:
- La verificación del cese de hostilidades a lo largo de 2.000 km de frente de batalla.
- La suspensión de la movilización forzosa en Ucrania.
- El rearme del ejército ucraniano durante la pausa militar.
Además, advirtió sobre la posible incapacidad del gobierno ucraniano para cumplir los acuerdos alcanzados, recordando precedentes en los que Kiev no respetó compromisos previos.
Intercambio de prisioneros y seguridad en el mar Negro
Como parte de la negociación, Putin accedió a discutir un acuerdo sobre la seguridad en el mar Negro, con el objetivo de garantizar la libre navegación en la región.
En un gesto humanitario, también aceptó realizar un intercambio de prisioneros de guerra:
- 175 soldados de cada bando serán liberados en las próximas horas.
- 23 prisioneros ucranianos heridos serán entregados a Kiev por parte de Rusia.
Putin reafirmó su compromiso de tratar con dignidad a los soldados ucranianos que depongan sus armas en la región rusa de Kursk, algo que Trump había solicitado en su llamada anterior.
Estados Unidos y Rusia buscan estabilizar relaciones
A nivel diplomático, Trump y Putin coincidieron en la necesidad de mejorar las relaciones bilaterales y destacaron la importancia de la cooperación para garantizar la seguridad global y la estabilidad en regiones como Oriente Medio y el mar Rojo.
Aunque no se anunció una reunión presencial entre ambos líderes, se confirmó que seguirán en contacto para dar seguimiento a los acuerdos alcanzados.
La conversación, que duró 90 minutos, es la segunda que sostienen ambos mandatarios desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, tras su primer contacto el pasado 12 de febrero.